Nuestra familia se sintió inmediatamente atraída por el ambiente familiar y acogedor. Cuando nuestros hijos se acercaron a las pantallas gigantes para elegir sus clases, rápidamente se dieron cuenta de que había más de las que podían tomar. Ezra se decidió por Artes Marciales Mixtas y Baloncesto, mientras Jude eligió Piano y Guitarra.

Maribel Toan se tomó el tiempo de llevarnos a mi esposa y a mí de una clase a otra. Quedamos impresionados por la creatividad de los voluntarios y la calidad de sus clases. Observamos un entorno multicultural y multigeneracional que desde entonces ha cambiado nuestra perspectiva acerca de servir a la comunidad.

El enfoque afectuoso y centrado en la diversión para el desarrollo de las habilidades del baloncesto le permitió obtener una apreciación más profunda del deporte. Algo en lo que no se había interesado anteriormente. Comenzó a expresar el deseo de jugar en su propio tiempo libre, lo cual fue una victoria significativa en nuestra casa!

Me di cuenta de que si este programa estaba teniendo este tipo de impacto en mi hijo, lo más probable era que tuviera un efecto de gran alcance en toda la comunidad local. Mi esposa y yo observamos constantemente que este grupo de voluntarios que trabaja arduamente, trae alegría a los muchos que asisten. Nos sentimos agradecidos por lo que nuestros hijos han estado recibiendo y quisimos retribuir a otras familias de la misma manera por lo que nos convertimos en voluntarios. Mis hijos han desarrollado confianza como resultado de las habilidades y técnicas que han adquirido en la MIX, pero yo aprecio aun más la forma en que los voluntarios los ven y los valoran.